Escritura de hoy 

“Tus límites me han caído en lugares agradables; ciertamente tengo una herencia deliciosa… Tú me haces conocer la senda de la vida; me llenas de gozo en tu presencia, de placeres eternos a tu mano derecha.” (Salmo 16:6, 11 NVI)

𝐏𝐞𝐧𝐬𝐚𝐦𝐢𝐞𝐧𝐭𝐨𝐬 𝐩𝐚𝐫𝐚 𝐡𝐨𝐲…
Vivir dentro de los límites de Dios proporciona un gozo y una satisfacción que no podemos encontrar fuera de su cuidado amoroso. David reconoció esto y lo dijo hermosamente en la escritura de hoy. Miremos solo un par de las muchas escrituras acerca de las bendiciones que son nuestras cuando nos mantenemos dentro de los límites de Dios.

El amor de Dios puede alcanzarnos y bendecirnos más cuando nos mantenemos dentro de sus límites.

Mantente siempre dentro de los límites donde el amor de Dios pueda alcanzarte y bendecirte. (Judas 21 TLB)

Los límites de Dios nos llaman a cuidar nuestra salud personal y estado emocional.

Entonces Jesús dijo: “Venid a mí todos los que estáis trabajados y cargados, y yo os haré descansar. Toma mi yugo sobre ti. Dejadme que os enseñe, porque soy humilde y manso de corazón, y encontraréis descanso para vuestras almas. porque mi yugo es fácil de llevar, y ligera la carga que os doy”. (Mateo 11:28-30)

𝐂𝐨𝐧𝐬𝐢𝐝𝐞𝐫𝐚 𝐞𝐬𝐭𝐨…
La Biblia establece muchos límites, pero todos ellos están en nuestro mejor interés. El joven gobernante rico mencionado en la siguiente escritura no entendió eso.

Una vez un líder religioso le hizo a Jesús esta pregunta: “Maestro bueno, ¿qué debo hacer para heredar la vida eterna?”

“¿Por qué me llamas bueno?” Jesús le preguntó. “Sólo Dios es verdaderamente bueno. Pero para responder a tu pregunta, conoces los mandamientos: ‘No debes cometer adulterio. No debes asesinar. No debes robar. No debe declarar falsamente. Honra a tu padre y a tu madre.'”

El hombre respondió: “He obedecido todos estos mandamientos desde que era joven”.

Cuando Jesús escuchó su respuesta, dijo: “Todavía hay una cosa que no has hecho. Vende todos tus bienes y da el dinero a los pobres, y tendrás tesoro en el cielo. Entonces ven, sígueme.

Pero cuando el hombre oyó esto, se puso muy triste, porque era muy rico. (Lucas 18:18-23)

Cuando este joven gobernante le preguntó a Jesús qué debía hacer para heredar la vida eterna, Jesús le puso algunos límites: seguir los mandamientos de Dios y vender todas sus posesiones y dar el dinero a los pobres. Pero el joven no podía aceptar todos esos límites. Su riqueza se había convertido en piedra de tropiezo. Tal vez si hubiera estado dispuesto a venderlo todo, no se le hubiera pedido que lo hiciera. No estaba dispuesto a seguir a Jesús totalmente y se fue triste cuando pudo haber tenido el gozo de vivir dentro de los límites de Dios.

Este límite que Jesús le dio fue por el bien del hombre. Aparentemente, sus riquezas se habían vuelto demasiado importantes para él y le impedían poner a Dios en primer lugar y ser libre para convertirse en el hombre que Dios quería que fuera. . . y disfrutar plenamente de las bendiciones de Dios. Que te esta impidiendo poner a Dios en primer lugar?

Jesús nos conoce íntimamente a cada uno de nosotros. Él nos ama y sólo quiere lo mejor para nosotros. Él establece límites en nuestro mejor interés, límites que nos ayudarán a ser verdaderamente libres y vivir en el gozo y la paz que provienen solo de él.

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Señor, ayúdame a recordar que tus límites para mí son lo mejor para mí. Ayúdame a ponerte primero en todas las cosas. Gracias por las bendiciones que provienen de vivir dentro de tus límites. En el nombre de Jesús…